Trastornos del sueño
Los trastornos del sueño en los niños, suelen suceder de forma ocasional. No son serios y mejoran con el tiempo. Además de ser muy perturbadores, pueden interferir en el aprendizaje del niño y también en su comportamiento.
Los trastornos del sueño más habituales son, los terrores nocturnos y las pesadillas. Los terrores nocturnos, suelen aparecer entre los 4 y los 12 años y suelen desaparecer con el tiempo.
En cambio las pesadillas, son sueños aterradores que por lo general suceden en la segunda mitad de la noche cuando los sueños son más intensos, y al despertar los niños si recuerdan lo que han soñado. Los niños se pueden despertar llorando o con miedo y pueden tener dificultades para volverse a dormir. Se suelen iniciar entre los 3 y 6 años, suelen remitir a medida que el niño se hace mayor.
Síntomas físicos
Las manifestaciones clínicas de los trastornos del sueño en niños y adolescentes, varían en función de su edad, su desarrollo cognitivo y emocional, así como del tipo de trastorno que padezca el niño. Los síntomas físicos que pueden presentar son los siguientes:
- Inquietud o hiperactividad
- Cansancio y/o agotamiento
- Enlentecimiento psicomotor
- Dificultad de conciliar el sueño
- Despertares nocturnos frecuentes
- Somnolencia diurna
Síntomas cognitivos
Las alteraciones del sueño repercuten de forma negativa sobre la conducta y la función cognitiva del niño, por eso, es muy importante estar alerta a los diferentes síntomas:
- Dificultades de atención y/o concentración
- Bajo rendimiento escolar
- Inestabilidad emocional
- Tristeza
Síntomas conductuales
Algunos de los síntomas conductuales que pueden presentar son los siguientes:
- Irritabilidad
- Hiperactividad
- Agresividad
- Alteraciones en la alimentación
- Sonambulismo
Tratamiento
Es muy importante realizar una correcta evaluación y un adecuado diagnóstico diferencial de cada etapa de desarrollo. Algunos de los trastornos del sueño con un mayor porcentaje de afectación en la población infantil son: el insomnio, la hipersomnia, las parasomnias (terrores nocturnos, pesadillas y sonambulismos) y las disomnias (apnea del sueño y narcolepsia).
El tratamiento psicológico conlleva un trabajo terapéutico que abarcaría las siguientes líneas generales:
- Evaluación detallada del problema con el niño y con los padres
- Psicoeducación a los padres y a los/as niños/as y/o adolescentes
- Intervención individualizada y adaptada a las necesidades del niño y los padres
- Fases de seguimiento y prevención de recaídas