No es fácil pedir ayuda. Es un acto que requiere valentía y fortaleza.
Sea cual sea el motivo por el que nos visitas, quiero que sepas que vas a encontrar un entorno de confianza, seguro y confidencial en el que puedes sentirte escuchado y atendido para identificar y compartir los problemas que estás experimentando actualmente.
Cómo trabajamos con adultos
Es de vital importancia en nuestro tiempo juntos, crear un ambiente seguro, compasivo y receptivo, para que te sientas lo más cómodo posible, mientras me hablas sobre lo que es importante para ti y lo que esperas obtener de nuestro trabajo conjunto.
Caminaremos juntos, no iré delante de ti, indicándote el camino, ni detrás, empujándote, sino que caminaré a tu lado. Trabajamos desde diversos enfoques, en función de lo que necesites y de tus objetivos.
Si lo necesitas, durante el proceso terapéutico trabajaremos con tus pensamientos y desarrollarás una mirada que te ayudará a comprender cómo interactúan tus pensamientos, con tus emociones y comportamientos.
Te guiaremos para que puedas desarrollar nuevos pensamientos útiles y positivos.
O puede que en nuestro trabajo conjunto sea importante hablar del niño interior. Me refiero al niño dentro de nosotros que experimentó dolor a una edad temprana. Al desarrollar una relación con este niño interno, podrás experimentar una nueva sensación de integración y plenitud.
Podrás llegar al trauma más nuclear, atendiendo a las sensaciones corporales y buscando la integración de las diferentes partes individuales y sistémicas. Las experiencias negativas, suelen bloquear partes de ti que te impiden ser tu mismo y los síntomas vienen a recordártelo.
Es normal que quieras volver a ser tu mismo, pero la mente por si sola no puede encontrar la solución, necesita conectar con la parte emocional y la corporal. Se trata en definitiva de Conectar con el Origen del trauma, integrando fragmentos de memoria traumática corporal, emocional y cognitiva.
En función de tus objetivos, la terapia puede ser a corto plazo, para trabajar en un tema específico o a largo plazo para procesar y trabajar experiencias más profundas. Las sesiones pueden ser semanales o quincenales, dependiendo de tu situación y objetivos.