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Dificultades control de esfínteres

La Enuresis y Ecopresis son trastornos de eliminación de orina y heces respectivamente. Estos trastornos son característicos de la infancia. Tienen tratamiento y su causa puede ser tanto orgánica como psicológica, no debemos preocuparnos en exceso ya que ambos casos tienen tratamiento.

Enuresis

La Enuresis se da por la emisión involuntaria de orina. Por lo general, a los tres años de edad, los niños consiguen controlar sus esfínteres, aunque hasta los cinco años puede haber escapes de forma esporádica, es normal.

A partir de los cinco años, si nuestro hijo sigue teniendo escapes involuntarios podemos pensar que padece Enuresis. Si ésta ocurre durante el día tiende a darse también durante la noche, pero no a la inversa.

Causas

  • Falta de educación de los esfínteres.
  • La educación de los esfínteres a edad muy temprana.
  • Una alteración emocional como el trastorno de oposición desafiante u otros obstáculos emocionales.
  • Factores que alteran el entorno del niño y por lo tanto requieran un periodo de adaptación, por ejemplo; la llegada de un nuevo bebé, separación de los padres, mudanza o cambio de escuela o nido.
  • Un trastorno de conducta.
  • El mero interés del pequeño por conseguir algo de los padres, bien sea atención o el simple cambio emocional que produce en éstos.
encopresis

Encopresis

La Encopresis se da cuando nuestro pequeño evacúa de forma repetitiva en cualquier lugar que no sea el apropiado, por ejemplo, en el suelo o la ropa interior, cama o cualquier lugar que no sea el inodoro. Al igual que en la Enuresis, la Encopresis puede darse tanto durante el día como durante la noche.

Para considerar que nuestro pequeño sufre Encopresis, esta conducta debe darse una vez a la semana durante tres meses consecutivos. A los cuatro años de edad, por lo general, los niños suelen tener el control completo sobre sus esfínteres por lo que si a partir de los cuatro años nuestro pequeño sigue teniendo esta conducta podremos plantearnos que nuestro hijo sufre Encopresis.

Tratamiento

Nuestro objetivo es conseguir, el cese del acoso por parte del agresor o grupo de agresores y para ello debemos contar con la colaboración del colegio. Y, es que, para que haya una recuperación es necesario el cese de la violencia.

Al mismo tiempo, comenzaremos el trabajo psicológico, de las posibles secuelas, incidiendo en los siguientes aspectos (aunque siempre dependerá de cada caso particular):

  • Potenciar las habilidades sociales
  • Favorecer el desarrollo de la autoestima del niño/adolescente.
  • Entrenar en la obtención de nuevas habilidades para protegerse de futuras agresiones.
  • Y por último, el papel de los familiares, por ello, apoyamos a la familia para favorecer la integración social, emocional y escolar de su hijo.

Cualquiera que sea la causa, es importante atender el problema, es importante apoyar lo máximo posible al niño y no hacerle sentir mal. La crítica destructiva en estos casos es muy perjudicial para los pequeños, ya que pueden terminar con una autoestima dañada.

La prevención en estos casos es difícil debido a que las causas a menudo no son decisivas, por lo que es recomendable seguir la evolución personal de cada niño y no guiarse por hitos que “deberían” cumplirse. Cada niño tiene su ritmo y presionar es totalmente contraproducente, a veces incluso dañino para nuestro pequeño.